¡Hola!
Aunque un poco tarde ya... ¡Feliz Año Nuevo!
Después de un ajetreado 2023, ¡por fin ya estamos de regreso en este 2024!
Al igual que hace casi exactamente un año, quiero compartir contigo el ejercicio al que te invité hace 12 meses.
Si me has estado leyendo, recordarás que hace un par de años comencé con un interesante ejercicio de enfoque que tomé prestado de Chris Brogan consistente en elegir tres palabras que me servirán de guía para toma de decisiones para el año que recién comienza. Y muchos de los que me leyeron comentaron que también lo llevarían a cabo.
Si no leíste estos mensajes en enero de 2022 y 2023 donde explico la mecánica de cómo funciona este ejercicio, en la P. D. te lo cuento con detalle.
Yendo al grano...
Para el 2022, mis palabras fueron:
Aunque el resultado del primer año no me satisfizo, en realidad salió mejor de lo que habría esperado, sobre todo porque fue el primer año que decidí implementarlo.
Para el 2023 mi expectativa era que mi experiencia y aprendizajes con las tres palabras guía fueran aun mejor que el año anterior pero, en verdad, (y perdonando el francés), ¡la cagué! (Sí, estoy molesto conmigo mismo).
Los dos primeros meses del 2023 comencé con un fuerte empuje pero debido a un pequeño problema de salud que me bajó la energía, me mantuve fuera del aire algunos meses, sufrí un freno del que me fue poco fácil recuperarme a cabalidad.
En el año que recién terminó, mis palabras fueron:
Reconozco que no fui lo disciplinado que debería haber sido. Mi enfoque estuvo centrado en actividades que poco tenían que ver con la parte digital de mi proyecto empresarial. Es cierto que esas otras actividades generaron ingresos y estabilidad financiera por parte de un negocio familiar tradicional (con local para atención al clientes junto con una pequeña fábrica), con la consecuencia de una menor atención hacia lo digital. En pocas palabras...
El que a dos amos atiende, con alguno queda mal...
Debí hacer una mayor labor de promoción tanto de de Resumen Inteligente como de la capacitación en línea sobre cómo utilizar los mapas mentales de forma eficaz y, simplemente no lo hice.
Lo que sí llevé a cabo fueron algunas adecuaciones a la estructura de los proyectos en línea, reagrupé proyectos, desaparecí otros, aligeré la estructura para que fuera más minimalista y sencilla de gestionar. La verdad no fue poco pero tampoco fue suficiente para lo que esperaba lograr al final del año.
La intención inicial era ir formando un pequeño equipo en el cual apoyarme delegando algunas actividades no prioritarias para la parte digital, y al igual que con el marketing, lo fui postergando y postergando hasta que cuando me di cuenta, ¡ZAZ!, llegó el final del año.
NPI (No Poseo Información).
No tengo ni la menor idea... No quiero crearme falsas expectativas.
Y aunque no lo creas, eso me emociona.
Me emociona porque lo veo como un lienzo en blanco en el cual voy a poder escribir lo que quiera, guiándome por las tres palabras guía.
Por lo pronto, te comparto mis tres palabras para este año:
Estamos tan convencidos de que nuestro conocimiento es tan común como si se tratara de atarse las agujetas de los zapatos y no es así.
Cada año miles de personas intentan aprender cosas, habilidades que muchos de nosotros damos por sentadas.
Por ejemplo, en mi caso, creo que crear mapas mentales simples y poderosos para facilitarme el trabajo del día a día es algo muy común. Sin embargo, cuando he compartido por diferentes medios y un boletín informativo sobre cómo es posible crearlos, muchísima gente ha quedado más que sorprendida. Me queda claro que aquí tengo que poner buena parte de mi enfoque para compartir mis 25 años de experiencia que llevo utilizando los mapas mentales en el día a día.
En general, cuido bastante mi salud. Cuido lo que como, duermo las horas que debo dormir (7-8 cada noche). Mi punto débil: el ejercicio. No hago lo suficiente. Para tratar de darle la vuelta, estoy por implementar una sencilla estrategia de ejercicio adecuada a mi edad (62 años recién cumplidos el 2 de enero), basada en la dosis mínima eficaz (DME) (ya te hablaré de esto más adelante). Ya te estaré contaré mis aprendizajes en el transcurso del de año.
Mientras estamos respirando podemos seguir aprendiendo.
Si hay algo que me llena y disfruto mucho es estar aprendiendo todo el tiempo, y mi objetivo es continuar por este camino.
Mi principal fuente de aprendizaje viene de la lectura y, como no podía ser de otra forma, de hacer resúmenes en formato de mapa mental de casi todo lo que leo (libros, artículos) y escucho (podcasts, videos).
Voy a continuar con este hábito de aprender y de resumir no solo libros de negocios (que son de los que más leo), sino también de otro tipo como novelas de diferentes tipos, además de artículos, blogs, podcasts, revistas, newsletters, etc.
Algo que he ido descubriendo con el tiempo es que hay una ENORME cantidad de conocimiento empresarial MUY VALIOSO en lugares como YouTube.
Lo que estoy comenzando a hacer, siendo MUY selectivo, es descargar los videos que me interesan a mi ordenador y rescatar solo el audio para escucharlo como si fuera un podcast desde mi celular. No sabes la de cosas valiosas que he estado aprendiendo en estas últimas semanas y que poco a poco te estaré compartiendo.
Bien... esas son mis tres palabras para el 2024:
Conocimiento, Salud y Aprendizaje...
¿Cuáles serán las tuyas?
Para este 2024, te reto a que lleves a cabo este ejercicio.
Responde a este email compartiéndome tus tres palabras y al final veremos cómo nos fue a ambos.
¿Te unes al reto?
¡Se curioso, sigue aprendiendo! Autor bestseller y fundador y CEO de: |
P. D.
La idea en verdad es muy sencilla.
Se trata de que al inicio de cada año elijas tres palabras, no una, no cuatro, solo TRES palabras que te ayuden a guiar tus elecciones y acciones en el día a día, pensando en ellas como si fueran tus faros guía.
"¿Debería decir que sí a este proyecto?" "De acuerdo, ¿esto se alinea con mis tres palabras?"
Chris Brogan cuenta que la idea surgió al darse cuenta de que los propósitos de año nuevo, en la gran mayoría de los casos, se abandonan hacia la tercera semana del año.
Una de las razones es que con frecuencia los elegimos a partir de una mentalidad negativa:
"Necesito perder peso". "No estoy ganando suficiente dinero".
En cambio, la idea de las tres palabras es más como:
¿Qué puedo usar para guiarme hacia los resultados que quiero apoyar durante todo el año y más allá?
No es el resultado en sí.
Es el camino.
Es el proceso.
Elige las tres palabras que creas que te guiarán hacia adelante.
Piensa en aquellas que inspiren una acción, especialmente cuando te enfrentas a una elección, a una decisión.
Por ejemplo, en mi caso, tengo claro que en este 2024 debo cuidar más mi salud, por lo tanto, la palabra en la que pienso es "Salud".
Eso es todo.
Ponlo en práctica y descubre que sucede...
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